Realmente parece magia. Es poner un plato de Jamón ibérico sobre una mesa en cualquier evento y desaparecer en un minuto.
Hay muy pocos manjares tan fáciles de disfrutar y tan celebrados en las mesas españolas. El ibérico ha traspasado los límites de la gastronomía para convertirse en todo un emblema de la Dieta Mediterránea.
Un producto que despierta el interés por nuestro modo de vida y costumbres, así como por conocer la cultura gastronómica europea.
LO PRIMERO ES VALORAR UN TRABAJO BIEN HECHO
El punto clave está en el precinto y en su color, ya sea de Norma de calidad del ibérico (con el logotipo de la interprofesional del cerdo ibérico).
No hay lugar para la dudad, el precinto es la garantía de que el jamón es ibérico.
Hay 4 precintos, con cuatro colores que se corresponden con las cuatro categorías de Ibérico.
El precinto negro, identifica al Jamón de Bellota 100% Ibérico.
El precinto rojo es el del Jamón de Bellota Ibérico.
El precinto verde corresponde al Jamón de Cebo de Campo Ibérico.
El precinto blanco identifica al Jamón de Cebo Ibérico.
CÓMO RECONOCER UN IBERICO A SIMPLE VISTA
Después de lo hablado, para reconocer un bue ibérico a simple vista debemos fijarnos en estos cuatro factores:
La pieza debe llevar uno de los cuatro precintos de ASICI o de alguna DOP. Si vemos el precinto, no hay duda: es ibérico. La pieza debe ser alargada, estilizada y con una caña fina.
Nos tenemos que fijar en la grasa exterior que cubre la pieza, si es amarillenta se hunde con facilidad estarás ante un Ibérico.
El color de las lonchas es rojo intenso y contrasta perfectamente con el veteado propio de la raza Ibérica, que es el que le aporta ese sabor, textura y aroma inconfundible
Una app para seguir la pista al Jamón Ibérico
Con nuestro teléfono puede darnos toda la información que necesitamos sobre nuestro ibérico, con la aplicación Ibérico (para iOs y Android).
Se usa enfocando el código de barras que figura en el precinto de la pieza para acceder a la información de trazabilidad.
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